Entré en la sala de entrenamiento, que olía a productos químicos. Algunas personas estaban observando desde un palco, con todo tipo de manjares a su disposición.
-Tiene diez minutos.-Me advirtió un hombre.
Intenté centrarme en la sala de entrenamiento. ¿Qué podía hacer? ¿Hachas? Recordé todos los entrenamientos con Cloe. No era malo, pero no era lo suficientemente rápido. ¿Cuchillos? Después de Jade, mis tiros no serían merecedores ni de un simple uno. ¿Hogueras? ¿En serio recibiría una buena nota tan solo por encender una hoguera? Más bien se reirían de mi. Ya me lo podía imaginar: Blight, el chico antorcha. Un recuerdo del segundo día de entrenamientos me vino a la mente.
Era por la mañana, a primera hora. Había seguido el consejo de Cloe en mejorar con las trampas, y estaba intentando hacer una muy complicada, pero a la vez mortal. Miré a mi hermana. Estaba tirando hachas a cada diana humana que se le aparecía en frente. Flint y Blade, los chicos del Distrito 2, estaban discutiendo, dándose voces. No sabía la razón. Jasper parecía muy amenzadaro cortándole la cabeza a los maniquíes de plástico con una hoz. Jade apareció detrás de mi con dos setas iguales.
-¿Cuál te parece más apetitosa?-Preguntó con su angelical voz.
-No lo sé Jade, son iguales...
-No lo son. Una es más pequeña, otra tiene más topos. Son como tu y yo. Elige una.
-¿Como tu y yo?
-Elige una Blight...-Insitió.
Observé ambas setas sin darle muchas vueltas. Eran iguales.
-La de la derecha. Es más grande, podemos comer más.-Contesté.
-Y así Blight hubieses muerto...-La voz que Cloe a mi espalda me sobresaltó.
-Entonces la de la izquierda...-Contesté, sin ganas, pensando que serían diferentes tipos
-Error. Es la misma Blight.-Protestó Jade.-Dos veces muerto.
Cloe le extendió la mano a Jade, y ésta chocó los cinco con ella. ¿Desde cuando se llevaban tan bien? ¿Y que me importaban a mi las setas? Dibujé un círculo de color blanco, con una tiza.
-Coloca ahí la seta Jade.-Ordené. Jade siguió mis indicaciones. Al lado de la seta había una fina cuerda de color negro. Nos separamos de la trampa, y le pedí a Jade que cortase la cuerda lanzando un cuchillo. La cuerda se rescabrajó con dos tiros de cuchillos, y entonces comenzó la trampa. Fue rápido. El círculo estaba cerca de la cuerda. En menos de tres segundos, la pequeña seta fue rodeada. Al principio solo una estaca afilada en la zona abdominal, pero luego, un tronco de madera caía desde arriba, después de que otra estaca -esta vertical y con púas- que se suponía que tenía que dar en la zona de la nuca. Las dos quedaron sorprendidas.
¡Una trampa! ¡Claro! Era bastante bueno, y aunque no consiguiese una puntuación muy alta, al menos sería una buena puntiación. ¿No? Al menos esperaba eso.
La trampa me llevó los diez minutos. Coloqué un maniquí en el lugar donde iba la seta y lo único de lo que me tenía que preocupar era de cortar la cuerda. Me la jugué, y la corté yo mismo con una espada. El maniquí quedo bastante despedazado. Me sentí orgullosos de mi mismo. Era una de las trampas más difíciles que te enseñaban en la sala de entrenamientos y yo había logrado hacerla.
Salí de ahí, contento. Me daba igual que los demás hubiesen lanzado cuchillos desde una punta de las sala a otra. Yo había hecho mi trampa. Y esa trampa para mi había sido un reto.
Una mano me tapó la boca y la nariz, impidiéndome la respiración. Mis pensamientos se disolvieron. Me revolví, y pataleé intentando liberarme.
-Shsss...Soy yo...-Me relajé al escuchar su dulce voz. ¿Qué hacía Jade aún aquí? Se supone que debería de estar en su planta. No respondí, ya que todavía su mano me impedía a hablar.
Jade me arrastró hacia el asensor, y pulsó un botón, después, me soltó, dejandome respirar de nuevo.
-¿Qué se supone que...?
Se llevo un dedo a los labios.
-¿Qué tal? ¿Qué has hecho? ¿Hachas? ¿Trampas?
-Hice la Trampa de la Seta.
-Entonces se habrán quedado bastante sorprendidos.-El ascensor pasó la planta siete.
-Ese... es... el plan... ¿A dónde vamos Ja...?
Las puertas se abrieron antes de que terminase la frase. Un amplio invernadero apareció ante mis ojos. Los cristales, daban al centro del Capitolio, donde se podía ver la vida urbana. Estabamos en el tejado. Jade me llevó de la mano hasta los cristales para que viese toda la ciudad. Era raro estar con Jade, ahí arriba, sin que nadie lo supiese. No sabía cuando habíamos empezado a empatizar. Tampoco sabía el por qué. Lo que menos me esperaba de venir a los Juegos era acabar siendo "amigo" de una chica del Distrito 1, profesional, hermana pequeña de un actual vencedor y que coincidentemente se parecía a mi novia.
-¿Por qué me has traído aquí?
-¿Y por que no?-Se quejó Jade. Algunos mechones de pelo dorado se le escapaban del moño.
-Es raro. Tu, yo, todo esto Jade. ¿Por qué intentas ayudarme?
-Porque somos aliados, y quiero que vivas. Desde que Cloe nos presentó, algo me decía que valías la pena. Y no sé por qué, le hice caso ese algo. Además, me recuerdas a casa...
-¿A casa?
Era extraño pensar que los demás tenían una casa. Pensar que los 23 tributos que estaban conmigo tenían unos padres, unas familias y unos amigos a los que querían volver a abrazar. Ellos también tenían ilusiones, querían salir de aquí.
-Es una bobada... Siempre me he estado entrenando, pero, la gente que me rodea no son todos como Jasper. Ni siquiera Jasper es el verdadero Jasper. Solo intenta asustaros. La gente que me quiere, mis amigos, son como tu. Sin nada especial.
-Oh, gracias Jade. Me encanta que me llamen "Persona no especial".
-No lo entiendes Blight...
-Sí, si lo entiendo. ¿Por qué todos os empeñáis en decir que no lo entiendo? Estamos en los Juegos, solo puede ganar uno, y para vivir más nos ayudamos los unos de los otros, y ¿Sabes que m...?
No pude terminar la frase. Jade me estaba besando. ¡Besando! ¡A mi! Cerré de los ojos sin saber si apartarme o si quedarme quieto. Rosie no me veía, pero eso no era razón como para engañarla. Había tenido un par de novias antes que Rosie, y había besado a muchas más chicas aún, pero ninguna me había hecho sentir lo que sentía por Rosie. En cambio, Jade, me creaba un sentimiento muy diferente. Por supuesto, no era el amor que le tenía a Rosie. Pero tampoco era como si estuviese besando a cualquier otra chica. Había algo especial en Jade.
Jade se separó, y me miró con sus intensos ojos. Yo me había quedado helado. ¿Cómo se supone que debía de reaccionar? Tenía muchas dudas en la cabeza, así que lo primero que pensé, lo solté.
-Esto no debería de haber pasado...
Blight el chico antorcha! JAJAJAJAJAJAJA que risa! Jade me está empezando a caer bien aunque las alianzas profesionales no suelen acabar como uno esperaba... Bueno, un buen capítulo, y la trampa era genial, una verdadera máquina de matar :D Bueno, escribe pronto
ResponderEliminarPD. Me afilias? Yo ya te tengo
Hola Nacho, me alegro de que te gustase el capítulo, y yo tambien a buenas horas respondo pero bueno... el próximo supongo que lo escriba muy pronto aunque ultimamente no he tenido mucho tiempo. D: Creo que ya estas afiliado, pero si no es así, ahora mismo lo hago. ^^
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