-Levanta. Hoy toca entrenamiento, y no querrás llegar tarde.
Se levantó de la cama y sentí frío. Agarré el extremo de las mantas y me cubrí la cabeza con ellas. Estaba acostumbrado a madrugar, de hecho me gustaba levantarme temprano por las mañanas e ir a visitar a Rosie antes de ir al colegio. Pero levantarme de la cama ahora para ver a todos esos niños ue intentarían matarme, no me animaba. Cloe me quito las mantas de encima y me tiro sobre la cabeza algo.
-Vistete, o llegaremos tarde.
Entrecerré los ojos y vi que ella ya estaba lista. Llevaba un mono negro y rojo ajustado que la cubria la mayor parte del cuerpo, excepto los brazos. Ya se estaba recogiendo el pelo en una coleta alta.
-¿De dónde has sacado esto?
Miré con más detenimiento mi mono. Ella se encogió de hombros.
-Simplemente ya estaba ahí.
Desayunamos con Jara y Ray, aunque en realidad era Jara la única que nos daba consejos sobre que debíamos hacer. Pareció decepcionada al saber que ninguno de los dos había trabajado en los bosques con las hachas, ya que ese era el principal punto fuerte de nuestro Distrito. Nos ánimo diciendo que las hachas no eran difíciles de manejar, y que lograriamos tener un nivel medio en estos días de entrenamiento. También fue Jara la que nos acompañó en el ascensor hasta la sala de entrenamiento. Ray en cambio, prefirió quedarse arriba desayunando los deliciosos pastelitos de crema y el café humeante.
No habían sido los últimos en llegar. Al parecer el Distrito 12 y el 10 se habían dormido, porque ninguno de sus tributos estaba en la sala de entrenamientos. Aparecieron cinco y veinte minutos después, entonces fue cuando un hombre nos ordenó ponernos en círculo y explicó los diferentes puestos, armas que había y explicaciones para los Juegos. No me concentré mucho en el hombre que estaba hablando, ya que justo en frente de mí, estaba la chica del Distrito 1; Jade. Cuanto más la miraba, más me recordaba a Rosie, y dolía. Estaba hablando entre susurros con su compañero de Distrito, y ambos parecían haberse hecho buenos amigos de la chica del Distrito 2 que no paraba de temblar. Una vez el hombre acabó de hablar, nos dejó libres para inspeccionar la sala de entrenamiento.
-¿Armas?-Le pregunté a Cloe, intentando no pensar ni en Rosie ni en Jade.
-Armas.-Afirmó Cloe, y nos dirigimos a las hachas sin decirnos nada. Ambos parecíamos pensar lo mismo.
-La verdad es que si que se algo de como utilizarlas...-Musitó Cloe, quién jugaba peligrosamente con el hacha. La cogió por la empuñadura, la alzó en el aire, y esta giro 180 grados, cuando volvió a su mano, la había cogido otra vez por la empuñadura. Me sonrió.-Tengo muchos amigos que trabajan en los bosques, y en el orfanato nos dejan bastante sueltos hasta la hora de la cena... a veces les ayudaba.
-¿Y por qué no se lo has dich a Jara?-Le pregunté atónito.
-Porque así parecerá que habremos mejorado mucho.
-Parecerás...-La corregí, al tiempo que ella alzaba el hach y la tiraba a una diana humana, dándole justo en el estómago. Golpe mortal. Respiré hondo.
-Yo te enseñaré. También tengo buena puntería con los cuchillos, por eso le he dado, aunque la verdad es que se me ha desvíado... Mi intención era darle en el corazón. En los bosques, de niños, jugabamos a que estabamos en los Juegos. Espeluznante, ¿verdad? Bueno, la bobada sirvió para que tenga bastante buena puntería, aunque la verdad, soy bastante buena en esas cosas.
-¿Entonces si tienes puntería sabes usar cualquier tipo de arma?-Pregunté esperanzado.
-Me temo que no... Los arcos, olvídalos. Las espadas también, demasiado cerca del oponente. De la lucha cuerpo a cuerpo ya ni hablamos. Correr se me da mal, y soy astante torpe. No sé hacer ninguna tramp, ni siquiera un fuego...
-Yo tampoco... Quizá deberíamos ir al puesto de hogueras, y aprender algo.
Nos dirigimos al puesto de fogatas, donde estaba la tributo del Distrito 6, y que abandono su aprendizaje cuando nosotros llegamos.
-¿No te parece raro que todos nos evitemos excepto los Distritos del 1, del 2 y del 4?-Me preguntó Cloe.-Quizá es por eso por lo que siempre ganan, y no por sus habilidades, sino porque ellos siempre van juntos y se protegen unos de otros.
-¿Qué quieres decir?-La di un palo de madera fino, y ella lo coloco sobre un tronco, presionandolo con sus manos y dándole vueltas.
-Que unidos somos más fuertes...-Detuvo su trabajo y me dio el tronco con el palo. Intenté imitar lo que hacía ella, y aunque no lo pareciese, era un trabajo forzoso.
-¿Estas pensando en hacer aliados Cloe?
-¿Tu no?-Alzó una ceja mirándome y yo evité su mirada, depositandola en Jade.
Me sentía patético solo con verla. Estaba tumbada boca abajo en el suelo haciendo flexiones sin ninguna dificultad, con unas pesas a su lado, las cuales no tenía ninguna duda de que eran suyas. Cuando acabo con las flexiones, se levantó y corrió hacia el otro extremo de la sala de entrenamientos, subió por unos escalones un poco más altos que su cintura, y cuando llegó arriba, empezó a trepar por la pred de redes, adelantando al tributo del 12 que se había enredado el pie en una de las redes. Bajo de un salto, apartandose los mechones suelto que se le habían salido de las dos trenzas que llevaba y cogió una lanza. Volvió a trotar unos instantes y lanzó la lanza hacia una diana humana. La lanza atravsó la diana justo en el centro.
-Menuda máquina de matar... Bueno, en parte lo entiendo. Ya sabes, es hermana de un vencedor. -Suspiró Cloe.-¿Crees que nos aceptaría como aliados?
-Ni de broma... ¿La has visto? Además, está con los profesionales.
Cloe puso los ojos en blanco.
-He oído que la tributo del dos está loca.
Miré a la chica del dos. Estaba con los cuchillos, mirándolos con una siniestra mirada, mientras la temblaban los brazos.
-¿Acaso alguien que se presenta voluntario a esto no lo está?
Cloe soltó una riosotada y entonces se puso a aplaudir, porque había empezado a hacer fuego. Un hombre se nos acercó y nos dio consejos para avivar el fuego.
Cuando acabamos en el puesto, nos quedamos en el medio, mirando que podíamos hacer. Cloe miraba el puesto de trampas con muchas ganas, en cambio yo seguía mirando a Jade. Ahora estaba con los arcos junto a su compañero de Distrito. Cloe me chasqueó de nuevo los dedos en la cara.
-¿En serio no quieres tener como aliados a Jasper y a Jade? Pareces muy interesado en todo lo que hacen.
-¡No! Es solo, que me fascinan la habilidad que tienen para todo...
-Ya, claro... Bueno, ¿Entonces vamos a hacer trampas?
-¡Claro, estoy deseandolo!
Exclamé con fingido entusiasmo. Hicimos un par de trampas fáciles mientras yo le contaba mi infancia a Cloe. Entonces ella quiso hacer una trampa más difícil. Yo la seguí contando cosas de mi vida.
-Mis padres siempre pensaron que me quedaría con su imprenta, pero claro, no creo que hubiesen pensado que iba a acabar en los Juegos así que... ¿Cloe?-Había levantado la vista para mirarla, pero no estaba por allí. Me levanté dejando la trampa a medias, y entonces la vi. Estaba con Jade y Jasper, lanzando cuchillos a las dianas, y la verdad, es que se la daba realmente bien.
-¡Ey! ¡Blight, ven aquí! -Me llamó Cloe. -¡Quiero presentarte a alguien!
Arrasté los pies hacia Cloe y los dos tributos del Distrito 1.