Me desperté por el frío. De repente me encontraba con la ropa completamente mojada, al igual que el pelo, y temblando. Estaba lloviendo fuertemente. No parecía ser por la mañana, ya que entre los árboles pude ver el cielo de un color tan gris que daba pena verlo.
Guardé mis cosas a buen recaudo y comencé a caminar hacia ningún sitio en concreto. Era lo único que podía hacer. Caminar, no pararme, sobrevivir... Fijándome en cada movimiento extraño, aunque fuese la simple agitación de una hoja a causa del viento.
Entonces la vi. Y me detuve.
-Creí que te dije que no me siguieses...
Era increíble como en apenas dos semanas había mejorado tanto mi capacidad en... prácticamente todo. Excepto en la buena alimentación.
Me giré, para ver si Jade se dejaba ver. Y haló, aunque estaba escondida.
-Aún somos aliados... no has roto el pacto. Debemos de cuidarnos.
-¿Y por qué te escondes de mi?
-Creí que me dijiste que no te siguiese...-Dijo la chica, asomando su cabeza por encima del tronco de un árbol caído.
No dije nada. Solo fui hasta ella y la abracé. Sentí la tensión de su cuerpo al principio, pero después se dejó abrazar mientras yo lloraba en su hombro y ella me daba palmaditas en la espalda, como si se tratase de un niño.
-¿Te has fijado?-Susurró.
-¿En qué?
-En la lluvia. Ha hecho que el agua suba de nivel.
-Quizá quieran inundar la arena...-Pensé.
-No bromees.-La cara de Jade era todo un poema.
-No lo hago. -Me giré para continuar mi camino.-¿Vienes conmigo?
-Quedamos seis.
-Y nosotros somos dos Jade, aún quedan cuatro por ahí sueltos.
La chica suspiro y se puso a mi derecha, dándome la mano.
-Estoy contigo.
Parecía que nos habíamos perdido. Kilómetros y kilómetros de bosque con agua estancada. Y lo peor era que ahora costaba más caminar, porque el agua ya no nos llegaba a los tobillos sino a la rodilla.
-Hey, ¿Qué es eso?-Preguntó Jade, soltándome la mano y dando saltos raros para avanzar por el agua. Yo la seguí. Estaba al lado de un poste que nos llegaba a la altura de la cintura. Tenia un cuerpo de color negro, con un 3 pintado de color blanco, y una cabeza y redonda de metal. Jade acercó una de sus manos, pero yo la detuve.
-No lo toques. Igual es peligroso. Ten cuidado.-Señalé al suelo. Unas cuerdas sujetas al poste se hundían en el agua y avanzaban bajo esta hasta quien sabe donde.
-¿Qué es eso Blight?
-No lo sé, pero no tiene muy buena pinta...
Jade miró las cuerdas que había bajo el agua con cautela, y luego sus ojos azules miraron a los míos. Podía leer sus ojos. Tenía miedo. Si ella estaba asustada, ¿Por qué estaba yo tan tranquilo?
-¿Y si los seguimos?-Pregunté.
-Dijiste que podía ser peligroso.
-Pero igual nos den respuestas.-Repliqué.
Jade tardó unos segundos eternos en contestar, y la verdad, no me esperaba esa contestación para nada.
-Mi hermano dice que los Juegos cambian a la gente, y es verdad. Pero hoy he comprobado que no son los Juegos los que hacen cambiar a las personas, son las heridas profundas que estos les dejan. Tu herida es Cloe, y siento decirte que no te vas a recuperar.
Dicho esto, avanzo siguiendo la cuerda de cerca, y yo la seguí a ella.
La cuerda nos llevó hasta otro poste totalmente idéntico. Al igual que el otro, también tenía un 3 dibujado en el.
-¿Por qué un tres?-Preguntó la chica.
-Quedamos seis. Dos postes. Tres más tres, seis.-Dije.
-¿Matemáticas?-Preguntó Jade, y yo me encogí de hombros.
-¿Cuántas semanas llevamos aquí?
-Dos.-Respondí.
-¿Distrito 3?
-Los dos tributos están vivos, creo.-Volví a decir.
-No lo entiendo... -Jade se limpió la frente del agua de la lluvia y del sudor. -¿Seguimos las cuerdas de nuevo?
-¿Crees que llegaremos a una conclusión?
-No lo sé, pero es mejor que no hacer nada...
Nuestros estómagos rugían con fuerza. Yo podía escuchar el de Jade, y apostaba a que Jade podía oír el mío. Caminamos siguiendo las cuerdas subaquáticas que se movían con el movimiento del agua, pero que nunca llegábamos a tocar. No me fiaba de nada que no fuese natural en la arena, y esto no lo era. De hecho, tampoco me fiaba de nada natural, solo con recordar los anteriores Juegos...
No tardamos más de una hora en llegar al siguiente poste, igual que los anteriores. Con el mismo tres pintado, y con cuerdas saliendo de él en todas las direcciones.
-Bueno... ahora sabemos que la opción de los seis tributos queda descartada.-Dije.
-¿Cuántos de estos puede haber?
-No lo sé Jade, pero me estoy muriendo de hambre.
-Lo he oído...-Dijo la chica con una risita.
Miré al cielo, el cual seguía tan oscuro (o incluso más) que cuando empezamos a caminar. Entonces algo me llamo la atención.
Un nido.
-Jade, ¿Qué te parecerían ahora mismo unos huevos?
Jade me miro confusa, y yo señalé a un árbol bastante alto.
Jade no quería que escalase el árbol con mi pierna en aquellas condiciones, pero no quería parecer débil, y tenía demasiada hambre. Además que tener las piernas tanto rato sumergidas bajo el agua estaba empezando a disgustarme.
Jade llegó a la rama donde se encontraba el nido mucho antes que yo, pero yo no me atrevía a ir rápido por el hecho de que podía estar a unos quince o veinte metros de altura y caerme no me apetecía lo más mínimo. Cuando llegué, me quedé una rama más abajo que Jade. La chica no podía pesar mucho, pero la rama parecía demasiado débil.
Jade me miró desde arriba.
-Tengo tanta hambre que me los comería crudos.
Me agarré fuertemente al tronco del árbol. No estaba muy seguro de soltarme de su firmeza.
Miré al suelo. Suelo... o agua. Todo era agua.
Entonces un pensamiento extraño se me paso por la mente.
-¿Crees que ahora habrá criaturas peligrosas por el agua?
Mi pregunta hizo que el rostro de Jade se contrajese y la hiciese pensar.
-No lo sé... Pero si es así, ya no quiero bajar.
Finalmente, comimos los huevos crudos en lo alto del árbol. Las hojas no nos protegían nada de la finísima lluvia que no paraba de caer. La madre pájaro tampoco apareció, por lo que tuvimos suerte por ese lado también.
Un ruido sonó desde lo alto del cielo. Más allá de las nubes negras y enroscadas que se apelotonaban encima de nosotros. Miré hacia el, y vi que Jade también miraba. Así que los dos vimos lo que ocurrió. Fue todo muy rápido, y aunque pareciese natural, no lo era.
En la parte donde todas las nubes negras se congregaban, estalló una bola dorada que lanzó varios rayos dorados al suelo.
-¡Ha caído en el poste Blight! Oh, Dios mío, ¡Ha caído en el poste!-Gritó Jade, antes de que sonasen tres cañonazos.
¡Pum!
¡Pum!
¡Pum!
Miré aterrado a Jade, y después de nuevo al cielo, donde las nubes negras seguían juntas, pero sin más rayos.
-¿Eso han sido tres cañones?-Pregunté.
-No han parecido ser truenos.
-¿Qué diablos está pasando?-Grité, histérico. Jade también estaba histérica.
-No entiendo nada...
-Explícame lo que has visto.-La exigí.
-Lo mismo que tu. La bola dorada en el cielo explotando en cientos de rayos. Uno de ellos ha impactado en el poste de ahí abajo. ¡Mira! ¡La cabeza del poste! Esta negra. Antes era plateada.
-¿Han muerto tres personas?-Grité.
-Quizá esos postes transmitían la corriente eléctrica a través del agua gracias a las cuerdas.-Dijo Jade.
-¿Como sabes eso?
-No lo sé... El Distrito 3 sabe mucho de eso y yo...
-Espera, espera, espera... ¿El Distrito 3?
Jade asintió, y abrió los ojos como platos.
-Los postes tenían un tres dibujado en ellos...-Dijo Jade, bajando la voz.
-Y quedan dos tributos del tres. -Añadí. -Solo ellos saben de electricidad aparte del Distrito 5, y no queda nadie del cinco.
-¿Connor y Paige han hecho esto?-Preguntó Jade, casi afirmándolo.
Connor era el tributo masculino del Distrito 3, y Paige su compañera.
-No. juntos no. Lo han hecho por separado, uno de ellos está muerto. ¿Entonces eso significa que solo quedamos Paige o Connor, tu y yo?-Pregunté.-¿Y si no han sido ellos? Quizá es una treta del Capitolio para volvernos locos. Quizá uno de esos cañonazos sea el de los tributos del tres, y otro siga vivo.
-Sea como sea quedamos tres Blight. Tu yo, y otro tributo.
-¿Cuántos quedábamos antes de los cañonazos?
Jade contó con sus dedos todos los nombres de los tributos. Se sabía de memoria todas las muertes por orden, y como habían sido. Sentí un pinchazo en mi interior cuando ella dijo: "Maxwell, del 8, que no sé como murió." y "Blade, del 2, los dos sabemos como fue." Se saltó las muertes de cloe y Marina, algo que agradecí, porque no quería pensar en eso en ese momento.
-Se supone que Flint, el chico del dos. Connor y Paige. Evan, el chico del once. Tú. y yo.
-Quedamos tres.-Susurré...
-Hoy por la noche sabremos quien es nuestro rival.-Me tranquilizó Jade.
-No... me refiero. Quedamos tres. Y tu y yo seguimos juntos. ¿Sabes lo que pasará si el otro tributo muere verdad?
Jade bajó de su rama del árbol, y de cuclillas se mantuvo en equilibrio en la que yo estaba. Los dos nos miramos. Sabíamos la respuesta.
-No quiero hacerte daño.-Musitó Jade.
-Yo a ti tampoco.
Nos quedamos mirando un rato más.
-Aunque... si me matas, te lo perdonaría.-Susurró Jade, antes de que un estruendo se oyese a lo lejos.
Madre miia! Que pasada de capítulo!! Las ganas Que tengo del siguiente son infinitas! Sinceramente, un capítulo geniial geniial. Me ha encantado lo de los treses y estoy super nervioso por saber quien es el tercer tributo (supongo que flint, no te lo puedes haber cargado asi sin más)
ResponderEliminarUn besoo:3
Holaa! Me alegro de que te gustase ^^ Pues la verdad es que tengo bastantes ideas más para el siguiente (que espero de verdad subir mañana porque tengo muchas ganas de que lo leáis) Y bueno, los Juegos ya van llegando a su fin así que...veremos de lo que el verdadero Blight es capaz de hacer. Muchas gracias por leer y comentar, en serio. Un beso! :3
EliminarHolaa! Me alegro de que te gustase ^^ Pues la verdad es que tengo bastantes ideas más para el siguiente (que espero de verdad subir mañana porque tengo muchas ganas de que lo leáis) Y bueno, los Juegos ya van llegando a su fin así que...veremos de lo que el verdadero Blight es capaz de hacer. Muchas gracias por leer y comentar, en serio. Un beso! :3
EliminarMadre mía, que final *O*! No quiero que Blight y Jade se maten!!! :(. Me has tenido a la intriga con todo ese lio de las dichosas cuerdas, creía que sería una trampa, sabía que sería una trampa y luego cuando todo se reveló ¡se escaparon de milagro! No sé describirlo pero ha sido un conjunto de miedo y alivio extraño por lo que supone. Y luego el final, cuando dicen que quedan tres es, ya te lo dije al inicio, ¡impresionante! Espero el siguiente Capítulo y ojalá Blight no tenga que matar a Jade!
ResponderEliminarHolaa! Bueno, ya está listo el siguiente capítulo que es algo más largo de lo normal. La idea de las cuerdas y los postes es un poco enredo de cabeza para el siguiente capítulo, y sobre todo para darle emoción a la historia. La verdad es que como dices, tuvieron suerte de escaparse. Y si, solo quedan tres... los juegos se van acabando. Muchas gracias por leer y comentar!
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