No me detuve. Ni siquiera lo pensé. Con tres grandes zancadas, salte los pequeños escalones de madera que separaban la casa del suelo de piedra, y me adentre en la casa que estaba bajo el poder del fuego. El pasillo de la primera planta aun no había entrado en contacto con las llamas, pero al coger la primera bocanada de aire note como me envenenaba a mi misma rápidamente. El calor era horrible, y notaba la garganta seca. De hecho, dudaba de si seria capaz de gritar si las llamas me alcanzaban. Tenia los ojos llorosos, pero no estaban humedecidos ni lo mas mínimo. Intente hablar.
-¿Mama? ¿Papa? ¿Paul?-Quería gritar, pero era imposible. Parecía que mis cuerdas vocales estaban rotas.
- ¿Johanna?-Ese era Parker.
Oh, Parker. ¿Estaría fuera? Tenia que quedarse fuera, no podía entrar. Esto era cosa mía.
El humo me mareaba, pero me obligue a seguir. Como en los Juegos. Quizá pudiese parecer que no había esperanza, pero siempre la había. Incluso ahora.
Al girar la esquina para subir las escaleras, me quede de piedra. El fuego devoraba la madera como si la estuviese devorando. Ya no había escaleras. Empece a toser, girando sobre la punta de mis pies, buscando algo con lo que subir.
Tenia que haber algo. Mire a la izquierda, donde todo estaba en llamas, y avanzaban hacia mi. Luego mire a la derecha, a la cocina. Corrí hasta allí tan rápido como pude. Sentía que estaba empapada en sudor.
Me subí con dificultad a la encimera, metiendo uno de mis pies en el fregadero sin querer, y dándome en el codo con algo que no vi. Abrí la ventana, y salí por ella. La brisa suave me hizo suspirar de alivio. La repisa sostuvo mi peso. Al menos era bastante ancha. Mire hacia arriba. Quizá podría impulsarme hacia la otra cornisa, si mis piernas daban con la tubería de la pared. Algo me agarro del pie, y me distrajo de mis pensamientos. Me sorprendió al ver la cabeza de Parker saliendo por mi ventana, seguido de su cuerpo. Se quedo medio colgado de la repisa, pero mantuvo el equilibrio y se enderezo junto a mi.
-Te ayudare.-Dijo mientras le interrumpía un ataque de tos, a causa del humo.
-No. Salta. Vete. Tengo que hacerlo yo sola.
-Te ayudare.-Insistió.
-Esta bien, pero rápido.
Sentía como mi voz se resquebrajaba y sufría cambios de tonalidad. No era muy estable.
Sin mas preámbulos, Parker flexiono un poco sus rodillas y abrió sus brazos.
-Sube.-Dijo, con la voz también rota. Se estaba dando unas pequeñas palmadas sobre las rodillas.
Me agarre a uno de sus hombros con las manos, y con la otra me apoye en la pared de la casa. Subí uno de mis pies a su rodilla y me impulse para escalar. El me ayudo a poner mis rodillas sobre sus hombros, y después a mantenerme en equilibrio allí arriba para ponerme de pie. Levante la pierna y me impulse un poco para alcanzar la cornisa, rodé, y di con la pared de la casa. Me levante, buscando una ventana. Solo estaba la diminuta ventana del cuarto de baño, y estaba cerrada. Maldije por lo bajo. Mire hacia adentro. Parecía que el fuego no había llegado hasta ahí. Cerré los ojos, apreté la mandíbula e hice impactar mi codo con el cristal. Este se hizo añicos, cayendo sobre mis pies. Me arrastre por la ventana, y caí sobre la bañera, de tal forma que tire todos los champús sobre mi. Me enderece, y conseguí salir de la bañera.
Me ardía el brazo. La sangre empezaba a chorrearme hasta la muñeca. Estaba segura de que hasta se me había clavado algún cristal en el codo. El dolor era horrible.
Me acerque a la puerta, y el calor comenzó a invadirme de nuevo. Estaba segura de que al otro lado una gran cantidad de llamas furiosas intentarían engullirme. Toque la puerta, pero se abrió antes de que yo agarrase la empuñadura. El humo invadió el aire puro de la habitación, volviéndolo negro y haciéndome toser.
Un hombre cubierto totalmente de negro acababa de entrar en el baño. Me quede atónita mirándole. El me miro. Y distinguí sus ojos. Paul.
Me abalance sobre sus brazos.
El me abrazo con fuerza.
Y me susurro algo con la voz probablemente mas silenciosa y solemne que había escuchado en mi vida.
-No han sobrevivido Jo...
El funeral fue una cosa austera, seria, triste... El Presidente había cumplido su palabra. Me arrpentiria. Y ya lo estaba haciendo. En realidad, yo les había matado. No el fuego. No Snow. Yo. Su hija pequeña a la que tanto querían. No había cámaras, algo que me reconfortaba.
Permanecía al lado de mi hermano, agarrando su mano tan fuerte que incluso a veces se quejaba. Quizá si le hacia daño el podría despertar de la pesadilla. Willow estaba a mi otro lado, sin decir nada. Parker también había venido. No podía haberle dado las gracias por ayudarme a entrar en el segundo piso, y no le había vuelto a ver desde entonces. Los padres de Wood estaban también. Pero lo que mas me sorprendió fue ver al nuevo alcalde. No le había visto nunca, ni siquiera me parecía sonarme su cara. No podía entender que el y mis padres tuviesen algo que ver.
Cuando todo acabo, la mayoría de la gente se fue. Los pocos que quedaban se fueron también al cabo de un rato. Los padres de Wood se despidieron. Willow lo hizo tras ellos. La panadera. Amigos de mis padres. Parker fue el ultimo en despedirse de mi.
-Gracias...-Le dije con voz quebrada.-Por ayudarme.
Parker asintió con una sonrisa tensa, me abrazo y se fue.
Ya solo quedábamos Paul y yo. Y yo no tenia ni idea de como irme sin decirle que fue mi culpa. No lo hice. Salimos en silencio, agarrados de la mano todavía.
-Señorita Mason...-Mi corazón empezó a latir con fuerza. Me gire rápidamente para ver a quien pertenecía aquella voz, y vi al nuevo Alcalde. Su voz era tan parecida a la de Snow...-¿Podría acompañarme un momento por favor?
Paul me soltó la mano. Y en ese momento sentí como de verdad caía hacia la oscuridad, sin ayuda. Sin nadie para rescatarme.
Waouh *O* No me esperaba que Paul sobreviviera!!!!, ni menos Parker después de ayudarle, ha tenido suerte (si a eso se le puede llamar suerte, claro :S). El Alcalde supongo que querrá hablar con ella para transmitirle sus condolencias y otra casa, preferentemente vigilada por Snow, por supuesto, ya que la otra ardió. Ganas de seguir leyendo!!!
ResponderEliminarHola! La vida de Johanna se complica por momentos. Ya ha perdido a dos personas muy importantes para ella y Snow la prometió venganza. El nuevo alcalde... quien sabe. ¿Podrá fiarse de el? Espero escribir el próximo capitulo muy pronto. Gracias por leer!
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